La caldera de condensación, en cierto sentido, puede considerarse como la evolución de la tradicional caldera de gas mural, con la ventaja de ser más eficiente.
De hecho, para reducir al mínimo el consumo, también se aprovecha en una caldera de condensación el calor contenido en los humos de escape, compuestos principalmente por vapor de agua.
Si no, esta energía se perdería. En una caldera tradicional estos humos son transportados y dispersados por la chimenea, mientras que en una caldera de condensación se enfrían y condensan, gracias a la presencia de un intercambiador de calor especial.
Una vez condensada, su energía se utiliza para precalentar el agua fría, por lo que requerirá menos energía para llevarla a la temperatura de uso. La recuperación del calor de los humos constituye alrededor del 11% de la energía consumida, obteniendo un doble resultado: el calor no se dispersa en la atmósfera y se consume menos energía.
Caldera de condensación: ventajas.
Las concesiones fiscales ahora están disponibles para el reemplazo de calderas, lo que incentiva a las personas a buscar soluciones nuevas y más eficientes. La caldera de condensación, en muchos casos, es la elección correcta. De hecho, es un excelente sistema de calefacción doméstica, que ofrece varias ventajas y es similar (en términos de dimensiones y dimensiones generales) a las calderas murales tradicionales.
El primero de todo es, sin duda, el hecho de que la sustitución de la caldera por un nuevo modelo de condensación garantiza la disponibilidad de un sistema más fiable y seguro. La caldera de condensación es una tecnología más reciente que garantiza importantes ahorros energéticos, ya que su funcionamiento es mucho más eficiente. Presiona aquí en Instalacion de Calderas de Gas en Fuenlabrada